Entre la épica y el desencanto: “El sueño americano. Del pop a la actualidad” – CaixaForum

Imagen: Roy Lichtenstein, Girl/Spray Can from Walasse Ting. 1 c Life, 1963. © The Trustees of the British Museum. © Estate of Roy Lichtenstein/All Rights Reserved/VEGAP 2020.

Podríamos pensar que los Estados Unidos de América son un país sin mitología dado su carácter específicamente moderno. Sin embargo, lo cierto es que la nación, desde antes incluso de su propia concepción, ha sabido dotarse de mitos fundacionalesseculares, eso sí¬que han servido para legitimar la existencia de la nación como tal, de puertas para adentro, y para justificar la expansión imperial de puertas para afuera. La condición supuestamente adánica de la joven nación favoreció la creación de un espacio idóneo para la proliferación de una mitología nacional basada en el individualismo filocapitalista, la meritocracia como garante de la ascensión socioeconómica, o la protección de la propiedad privada, entre otros.
Que la idea de un “sueño americano” –expresión tan amplia y tan manoseada que a veces merece la pena preguntarse qué no es susceptible de pertenecer a dicho “sueño”—es problemática no supone ninguna novedad. Sin embargo, la exposición “El sueño americano. Del pop a la actualidad” que acoge el espacio CaixaForum en Madrid nos ofrece nuevas perspectivas que ahondan en el precario equilibrio entre la épica y el desencanto que caracteriza a esta narrativa. Con fondos del British Museum, la exposición nos ofrece un recorrido por el arte gráfico estadounidense que prolifera a partir de la convulsa década de los años sesenta y que explora los temas asociados al movimiento por los derechos civiles, el feminismo, o las sucesivas guerras en que participó el país. Con una preeminencia del arte pop, la exposición incluye trabajos de autores célebres como Andy Warhol o Roy Lichtenstein, cuya producción artística ahonda en las contradicciones internas de la nación estadounidense, así como obras de movimientos quizá no tan populares, como el minimalismo de Donald Judd o Brice Marden, o la abstracción hard egde de Willem de Kooning o Ellsworth Kelly.
Es interesante observar cómo las obras seleccionadas muestran una experimentación formal que se desvela como un cauce apto para una exploración revisionista de la historia. El sueño americano, según nos muestra la exposición, ampara tanto la carrera espacial y la guerra de Vietnam (como vemos en la obra de Rauschenberg), como el estrellato malogrado de Marilyn Monroe, retratada por Warhol. También hay sitio para la reivindicación en las obras que abordan la supresión de derechos de la población afroamericana, como los aguafuertes de Glenn Ligon (Untitled, 1992), o la estandarización cultural que recoge la obra de Ed Ruscha. Puede ser que las piezas más emblemáticas de la exposición sean dos: por un lado, las diez serigrafías de una silla eléctrica de Warhol (Electric Chair, 1971) plasmada en los colores vibrantes que caracterizan su obra, nos recuerdan cómo lo atroz es susceptible de ser fagocitado por la cultura popular. En un giro típicamente posmoderno (y por tanto, irónico), la obra de Warhol es banalización a la vez que crítica. Por otro lado, la obra que cierra la exposición, Ghost Station (2011) de Ed Ruschaque replica Standard Station (1966), su primera obra de arte gráfico donde observamos una gasolinera aislada en medio de la Ruta 66, pero esta vez sin el color, que parece haberse desvanecidonos recuerda al desgaste del sueño americano, ya pálido y con poco más que contar.

La exposición se puede visitar en el espacio CaixaForum (Paseo del Prado 36) hasta el 31 de enero de 2021.